QUÉ ES EL TROCEO Y POR QUÉ PUEDE HACER BAJAR FUERTE EL PRECIO DE LA CARNE

El próximo 1 de noviembre comenzará a regir un nuevo sistema de comercialización, basado en piezas más chicas que la media res. Apoyo de la cadena de valor y de los exportadores. Razones económicas y de salubridad detrás de la aplicación del troceo.

spot_img

En veinte días la industria frigorífica argentina dejará atrás una modalidad de comercialización de carne vacuna que lleva más de 120 años de vigencia. La obligatoriedad del troceo o venta y comercialización de las plantas faenadoras a los comercios minoristas en volúmenes de hasta 32 kilos por pieza pasará a cuarteles de invierno a la venta por media res vigente hasta hoy.

Por el otro, se intenta mejorar las condiciones de salubridad de la mercadería que se despacha. Es que dejar de abastecer a las carnicerías por media res se deja de lado la carga de piezas de 80 a 120 kilos en los hombros de los trabajadores pero también se evita “pasar” con la media res por diversas superficies (camión, piso, veredas) antes de su despostado en los locales minoristas de venta de carne.

En busca de eficiencia

La supuesta baja en los precios de venta al consumidor tiene una razón de peso. Es que con el troceo en piezas de hasta 32 kilos máximo, las carnicerías podrán comprar los cortes que más venden y evitar sobrecostos.

Con el actual sistema de medias reses, las carnicerías corren el riesgo de no vender todos los cortes que tiene la enorme pieza, y el resultado es que esa “eventual pérdida” se traslada al precio final que paga la gente.

Para los exportadores, apuntados siempre como los que se quedan con la parte del león en el negocio de la carne, el troceo también entraña la posibilidad de llegar al púbico con precios más accesibles.

Costos y sobrecostos

Y la explicación es simple. Desde el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), que nuclea a los principales frigoríficos con destino a la exportación, sostienen que en el fondo el sistema de media res “castiga” a los cortes populares. Por caso, un corte de calidad como puede ser un peceto a $1700, tiene implícito un subsidio de unos $236, mientras que un corte popular, que tal vez debería estar en góndola a $800, termina con un recargo de $ 160.

En este sentido, también se busca defender mejor cortes que pueden tener buen valor de venta, como la bola de lomo, pero que termina como carne picada especial, generando un costo que en la industria calculan puede llegar hasta $300.

También se considera que el transporte por medias reses genera ineficiencia en el transporte hasta las carnicerías, dado que del total de la carga trasportada un 30% termina como desperdicio, hueso o grasa, pero aumenta el peso del flete y el costo por unidad transportada, combustible, etc.

Por otra parte, en la misma capacidad de los camiones refrigerados, con trozos más pequeños se puede ganar hasta un 10% más en transporte en volúmenes, por lo que la incidencia del flete y el costo que genera el flete es menor. Como fuere, el troceo ya está en la línea de largada.

spot_img

Autor

Compartir