“Captan niños de 6 o 7 años para que envíen fotos y videos que luego se comercializan”

Por Radio Nacional Ushuaia, el profesor en Investigación Criminal y referente del Programa de Prevención de los Delitos y la Violencia, Aníbal Lazzaroni, advirtió sobre la situación actual en materia de grooming y los riesgos de aplicaciones como ROBLOX y NGL.

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Respecto a la captación de niños a través del juego ROBLOX, Lazzaroni explicó que “es el efecto postapandemia. Tengamos en cuenta que a esos chicos a los 5 o 6 años, en pandemia, se les dio acceso libre a la tecnología por parte de los adultos, pensando que los juegos eran completamente inofensivos. El problema son los chats y la posibilidad de seguir jugando juntos a cambio de imágenes o videos de sus genitales, con o sin rostro y con una duración de 2 minutos”.

“Al entrar, lo primero que se les propone a los chicos es si quieren tener novio o novia. Luego se les indica cómo ingresar a determinados lugares con gráficas de sexo explícito. Esto pasa dentro de ROBLOX, con chicos de 6 o 7 años”, advirtió.

Sobre la aplicación NGL, contó que la detectaron “en primaria, con chicos de sexto grado.  Esta app permite tener un acceso anónimo a Facebook, Twitter y WhatsApp. De esta forma, una persona puede acosar o denostar a alguien sin que se sepa quién es. Esto hace que entre los niños se use como el ‘amigo invisible’. Pero no está limitada a una edad, por lo que empiezan a llegar mensajes groseros de adultos”.

En esta línea, Lazzaroni narró que “esta aplicación apareció a mediados del 2022. En enero se le hace una modificación para que con el pago de 10 dólares puedas ver a quién enviás los mensajes y dónde se encuentra. Eso hace que el adulto tenga acceso a esta información. Todos los chicos ingresan en esta viralización y el peligro que hay por detrás es muy grande”.

Según el profesional, la Organización Mundial de Pediatría recomienda: “Hasta los 3 años, cero pantallas; hasta los 6 años, una visualización controlada de no más de 30 minutos al día; hasta los 9 años, sin videojuegos en línea y hasta los 12, sin equipo propio. Todo esto, con control parental”.

“Entramos en cuestiones de salud pública. Cuando una mamá está dando el pecho y usando el teléfono, hay una falta de contacto entre el niño y la madre. En ese momento, al tener su atención en el teléfono no produce oxitocina, la hormona del vínculo.Los chicos no tienen problemas de conducta, sino conflictos de falta de vinculación. La tecnología tiene un avance tan grande, que no podemos ver las consecuencias que tiene”, precisó.

Asimismo, remarcó la importancia de denunciar y aseguró que “siempre se llega a buen puerto haciendo la denuncia. La Justicia investiga. El problema es que en el 60% de los casos los padres no quieren denunciar. Nos corresponde a nosotros hacerla, pero las familias no quieren. El trabajo que vamos haciendo es de detección en las aulas, aunque los responsables suelen querer taparlo”.

“Los padres tienen que ser responsables de lo que les dan a los hijos. Hoy el control parental es gratuito. Teniendo las herramientas, es una negligencia no usarlas”, afirmó.

Por otro lado, habló sobre la situación de los adolescentes y lamentó que “el año pasado tuvimos un boom de sitios en los que el intercambio de fotos sexuales generan ingresos. Como se empezó a hacer un trabajo de seguimiento, los chicos migraron. Son ellos mismos los que ofrecen este espacio de comercialización, a través del cafecito, matecito o tecito”.

“A través de esas plataformas cobran y ellos envían esas imágenes. Se pone un valor determinado al cafecito, que ronda los 2 o 3 mil pesos. Piden una tarjeta Ualá, que te vincula con los monederos electrónicos”, comentó.

E insistió en que “el problema es la falta de control de los padres. En un quiosco encontramos a una niña manejando 7 mil pesos. Así detectamos el caso. Si vamos a usar la tecnología para que los chicos estén entretenidos, hay que revertir esta situación y ocuparse”.

Lazzaroni indicó que “tenemos un 70% de chicos que gestionan sus propios canales. Hay que hacer entender a los padres que la tecnología es buena, pero tiene que estar controlada. No se puede dar un teléfono para que naveguen cuando quieran. El uso del control parental es central”.

Por último, habló sobre la tarea que llevan adelante desde el Programa de Prevención de los Delitos y la Violencia y aseguró que “el compromiso es que llegue a todas las escuelas, a todas las ONG y a las asociaciones. La mecánica de las charlas no es represiva, sino que los llevamos a reflexionar. La escuela está para acompañar y prevenir, porque el miedo hace que no les cuenten a las familias lo que está pasando”.

“Hay grupos muy consumidores y otros que no lo tienen. Hay que ver cómo se mueve cada población para trabajar en la detección. Pero podemos decir que prácticamente en un 65% tenemos un alto consumo de la web”, concluyó.

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