Desde el sector confirmaron que el incremento no superará el 2%, lo que lo ubica por encima de la devaluación mensual del 1% que aplica el Gobierno. Sin embargo, la suba podría haber sido aún mayor, ya que las petroleras insisten en que el precio en surtidor sigue retrasado respecto de los costos de producción.
«El resurgimiento de alguna chispa inflacionaria impide que pueda ser mayor», explicó una fuente del sector a Energía On.
El peso del brent y los biocombustibles
El precio internacional del crudo Brent impacta directamente en el valor de los combustibles en Argentina. Aunque en marzo arrancó a la baja, ahora muestra signos de recuperación, lo que mete presión sobre las tarifas locales.
Además, en febrero el Gobierno actualizó los precios de referencia de los biocombustibles, con una suba del 2% en el biodiésel y el bioetanol, que se mezclan con gasoil y nafta, respectivamente. Si bien estos aumentos no afectan directamente a los surtidores, sí generan costos adicionales que tarde o temprano se trasladan al consumidor.
Impuestos que se posponen, pero no se desaparecen
Uno de los factores clave que mantiene los aumentos bajo control es la postergación parcial de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Desde mayo de 2024, el Gobierno ha evitado aplicarlos en su totalidad para no acelerar la inflación, lo que se tradujo en incrementos más suaves en los últimos meses.
Si se aplicara todo el ajuste postergado, el precio de la nafta súper en Neuquén subiría un 19%, superando los 1.066 pesos por litro.