Según el Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-Conicet, el peso de la canasta de servicios públicos en el salario (privado registrado promedio) pasó del 5,9% en diciembre pasado al 12,2% en octubre de este año.
En este porcentaje el peso mayor es atribuible al gasto en transporte, que hoy alcanza el 42% (cuando en diciembre del año pasado era del 28%) y es significativamente más elevado respecto de los restantes servicios.
Esta canasta de servicios incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público en un hogar representativo del AMBA.
En octubre, este hogar debió gastar, sin subsidios, $134.414 por mes para cubrir el gasto de estos servicios. Este gasto se redujo 2,5% respecto del mes anterior debido al menor consumo de gas y a pesar del aumento del agua (4,9%) y de la luz (1,8%).
Con todo, los hogares de altos, medios y bajos ingresos del AMBA pagan tarifas que en promedio cubren el 53% de los costos, mientras que el Estado sigue haciéndose cargo del 47% restante.
Respecto de diciembre de 2023 el costo de la canasta total de los servicios se incrementó 369% a partir de las actualizaciones de tarifas por la quita de subsidios.
Según expertos, la recuperación del poder adquisitivo tardará en reflejarse en el consumo masivo y podría complicar la salida de la recesión que el gobierno espera para 2025.
Todo indica que la gente deberá seguir dejando de lado servicios claves por bastante tiempo.