En varias ocasiones le preguntó a sus padres si era hija de ellos, a lo que le respondían que si. Hace cuatro años nuevamente le pregunta a su papá adoptivo si era la hija. Mediante presiones este le dijo que no era su hija. Desde ese momento comenzó la búsqueda intensa de su familia biológica que finalmente la encontró en Río Grande en el año 2020.
Por la pandemia el año pasado no logró viajar a esta ciudad, pero en abril de este año llegó a Río Grande y conoció por primera vez a su mamá, hermanas y sobrinos.
Cuando Monica nació le habían dicho a su madre que su bebé había fallecido, pero en realidad la habían vendido “Fuimos victimas de alguien que manipuló esa situación” lamentó la mujer de hoy 60 años.