Luego de que monjas carmelitas lo denunciaran por violencia de género y económica, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargenllo, volvió a quedar en medio de al polémica. Esta vez, causó revuelvo al firmar un comunicado oficial en el que anunció la creación del Ministerio del Exorcista y la designación de dos sacerdores para «expulsar a los demonios» de las personas poseídas.
“El demonio sigue empeñado en alejar a las almas de Dios invitándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. Además, el demonio puede actuar de forma extraordinaria a través de la infección de lugares, la vejación a personas y la posesición», explicó el Arzobispado en el texto.
En ese escrito, además, informó la designación de los presbíteros Loyola Pinto y Héctor Fernando Campero como los encargados de llevar adelante los «ritos de exorcismo«, a los cuales consideró como «un servicio de carácter delicado, extraordinario y de poca frecuencia».
Denuncia por violencia de género
En agosto pasado, las carmelitas descalzas del Convento San Bernardo de Salta y el arzobispo Mario Cargnello, denunciado por violencia de género y económica, firmaron un acuerdo e hicieron presentaciones ante la justicia para encaminar el archivo de la causa. La acusación involucraba también a otros tres religiosos: Pinto, designado ahora sacerdote del Ministerio del Exorcista, al obisto emérito Martín De Elizalde, y al cura Lucio Ajalla.
En la denuncia que había sido presentada en abril de este año, «las monjas aseguraron haber vivido un calvario de agresiones físicas y psíquicas durante los últimos 20 años», indicó en ese entonces la abogada de las víctimas a medios locales.