María Celeste Ponce forma parte del grupo de diputados de La Libertad Avanza que irrumpió en la Cámara Baja con la asunción de Javier Milei. Fue electa por la provincia de Córdoba y, antes de saltar a la función pública, estaba al frente de una empresa de software. Las labores parlamentarias no impidieron que tuviera tiempo de hacer una publicidad para una fábrica de armas.
En un video que subió a TikTok, la diputada mostró su visita a la fábrica Bersa, en Ramos Mejía. Habló a cámara con una pistola en sus manos, celebrando que Bersa sea capaz de colocar parte de su producción en Estados Unidos. Además, ponderó que «sus modelos están diseñados tanto para las fuerzas de seguridad como para uso deportivo».
Fue más allá y recalcó que las Fuerzas Armadas argentinas utilizan desde hace medio siglo pistolas simple acción, «una tecnología obsoleta»; y estimó que «es ilógico» existiendo en el país una fábrica como Bersa. En otras palabras: una diputada nacional hizo lobby por un privado para que sea contratista del Estado.
Ponce integra la Comisión de Derechos Humanos en Diputados, que presidente Sabrina Ajmechet. Un tuit suyo a propósito del 48º aniversario del golpe de 1976 no es muy acorde a ese cargo, tanto como promocionar a la industria armamentista:
En ocasión del aniversario del golpe que derrocó a Isabel Perón habló de «guerra civil» y que «fue desatada por la guerrilla». Añadió que «no fueron 30 mil» y que no ha habido justicia para las víctimas de las organizaciones armadas, en una resignificación de los conceptos de Memoria, Verdad y Justicia.