«El pago del aguinaldo todavía no lo tengo confirmado», reconoció Devita, quien explicó que los ingresos de marzo apenas alcanzaron para cubrir los sueldos del mes, dejando sin margen para el SAC. En marzo, la provincia recaudó 76 mil millones de pesos, mientras que la masa salarial mensual se mantiene en torno a los 50 mil millones. “Estamos empatados”, sostuvo el ministro, y advirtió que una nueva baja en los ingresos “sería muy nociva”.
El funcionario señaló que la provincia necesita un piso de 90 mil millones de pesos mensuales para sostener sus compromisos, cifra que no se alcanza desde enero. En este contexto, el pago del aguinaldo podría verse comprometido si no se logra revertir la tendencia negativa o si no llegan ayudas extraordinarias desde Nación, que hasta ahora han sido dirigidas a otras jurisdicciones.
Frente a esta situación, el gobierno provincial puso en marcha una serie de medidas para mejorar la eficiencia del gasto y evitar mayores desequilibrios. Entre ellas, se eliminó el pago de viáticos para funcionarios en viajes oficiales, se revisan contratos de locación y se avanza en una reorganización del padrón de beneficiarios del subsidio al gas envasado (GLP). Además, se trabaja en una propuesta para modificar la forma en que se otorga este subsidio, buscando reducir costos sin afectar a los sectores más vulnerables.
También se están revisando todos los contratos en el Estado provincial, priorizando los servicios esenciales, y se ha conformado una mesa de trabajo con todos los ministerios para analizar línea por línea los gastos y detectar posibles recortes o reasignaciones.
Paralelamente, la provincia continúa reclamando a Nación el pago de fondos adeudados, como las regalías del Fideicomiso Austral por un monto cercano a los 200 millones de dólares, y mantiene gestiones abiertas para acceder a recursos que permitan sortear la crisis sin afectar los salarios.
Fuente: Provincia 23.