“Tenemos que ver qué hacemos con el Pacto de Mayo, si lo hacemos el 25, si lo postergamos…”, comenzó a ceder posiciones en nombre del gobierno de Milei el ministro del Interior Guillermo Francos.
Es que la cita de Córdoba aún está muy lejos de asegurarse la presencia de todos los gobernadores, como pretendía Javier Milei y más incierta aún está la otra meta fijada para concretar el encuentro.
Es que la aprobación de la Ley de Bases y el Paquete Fiscal se habían planteado como condición sine qua non para firmar el pacto político, pero con el correr de los días ese objetivo empieza a ser una utopía.
“No somos la escribanía de lo que decide la Cámara de Diputados”, advirtió para los micrófonos de Radio Fueguina el senador Pablo Blanco, avisando que el cuerpo se tomará todo el tiempo necesario para debatir ambas leyes, rechazando las presiones del gobierno para que la sanción de la Ley se consume antes del ansiado 25 de mayo.
La cantidad de oradores anotados, la decisión de invitar a exponentes externos y la falta de consensos son algunos de los motivos que –explicó el legislador fueguino de la UCR- impiden a los senadores cumplir con la fecha meta impuesta por el Ejecutivo.
Ante lo evidente, Francos optó por bajarle el precio a la desilusión del gobierno que integra: “En el Senado somos minoría y son los legisladores los que fijan el ritmo de las sesiones, puede ser que algunos no estén proclives a terminar esto para el 25 de mayo, pero tampoco me parece tan importante”, se consoló el ministro, sin siquiera tener en cuenta la falta de aceptación de los gobernadores a la invitación para confluir en la ciudad Docta.
En rigor, son minoría los mandatarios provinciales que han prometido asistir (sea o no el 25 de mayo), en tanto el resto dudan, o aseguraron que no estarán, como es el caso del gobernador de Buenos Aires, Axel Kiciloff.
Unos y otros tienen –en su gran mayoría- como razón fundamental la partidaria, anteponiendo su interés político a las necesidades de sus respectivas provincias.
Quien sí busca negociar temas colectivos para quebrar el “no” que ha expresado hasta el momento, es el gobernador de Tierra del Fuego, de mala relación con el gobierno nacional por sus constantes reclamos ante la quita de fondos y de derechos adquiridos, como el subsidio al gas por zona fría, cuya abolición ha traído aumentos en las facturas de hasta 1.200 por ciento, de un mes al otro para desesperación de los clientes de Camuzzi en la provincia.
Consultados en el entorno de Gustavo Melella, despliegan un listado de cuestiones que el gobernador reclamará (o viene reclamando de hace rato) que se expliciten, modifiquen o aclaren, tanto en la redacción de la Ley Bases como en el propio Acuerdo de Córdoba.
Aunque antes, advierten, se debe estar de acuerdo en que “si es un Pacto todos tienen que estar de acuerdo, no que sea algo impuesto sin ningún tipo de debate o escuchar las propuestas de los todos los Gobernadores».
Entre esos tópicos, mencionan cuestiones fundamentales que el mandatario provincial quiere debatir, como la Educación, o la Producción, el Empleo o el Desarrollo; o enfrentar, como la amenaza de privatizar Aerolíneas Argentinas, lo que arroja una sombra de aislamiento aún mayor para una provincia aerodependiente.
Y, para que nadie se olvide, ponen el acento en “plantear la cuestión de la Soberanía y del respeto a la Constitución y muy importante hablar de las provincias y sus autonomías”.