Una multitud esperó la resurrección de un pastor evangelista que había prometido volver a la vida tres días después de que se declarara su deceso. La resurrección no ocurrió, informó la prensa de la pequeña ciudad de Goiatuba, a 177 kilómetros de Goiania, capital de Goiás, en el centro de Brasil.
El pastor Huber Carlos Rodríguez fue enterrado a las 0.30 de este martes, cuando sus seguidores comprendieron que la promesa, cuyo plazo venció a las 23.30 del lunes, no iba a ser cumplida.
La esposa del fallecido, Ana María Rodrigues, le pidió entonces a la casa de sepelios y al intendente que se guardara el cuerpo hasta las 23.30 del lunes porque «había muchas chances» de que el pastor resucitara, debido a que el religioso así lo había dejado escrito.Desde el viernes hasta el lunes el cuerpo del pastor estuvo refrigerado, mientras la casa de sepelios de Goiatuba se convirtió el fin de semana en un centro de peregrinación, fe y curiosidad.
Rodrigues mostró a la prensa y a la municipalidad una carta de 2008 del pastor Huber en la cual afirma que el Espiritu Santo le informó que iba a resucitar tres días después.
«Mi integridad física debe ser totalmente preservada porque estaré tres días muerto y resucitaré tres días después. Mi cuerpo no tendrá mal olor ni se deteriorará porque el propio Dios habrá preparado mi carne y mi cerebro para pasar por esta experiencia«.
A las 23.30 del lunes, centenares de vecinos de Goiatuba se reunieron alrededor de la casa velatoria esperando un milagro que nunca llegó.
«No hubo novedades y vamos a proceder al entierro urgente antes de la descomposición», dijo un trabajador de la vigilancia sanitaria de la municipalidad antes de la inhumación..