La víctima de 32 años había entrado a bañarse y por varios minutos su pareja no volvió a escuchar movimientos, por lo que ingresó al baño y la encontró tendida en la bañera.
Allí convocó a los servicios de emergencia que tras infructuosos esfuerzos no pudieron reanimarla, interviniendo la Policía para llevar adelante una evaluación de la escena.
La investigación y posteriores peritajes se centraron en evaluar cualquier indicio de criminalidad en el lugar, lo cual fue descartado.
A esto se sumaron los antecedentes médicos de la víctima, quien presentaba un cuadro previo de hipertensión, determinándose que al carecer de cualquier rastro o indicio de lesiones, falleció a causa de esta condición patológica a tan temprana edad.