Trump llegó a Nueva York para declarar como imputado por sobornar a una actriz porno

El magnate republicano escuchará este martes los cargos que se le atribuyen por el pago de 130 mil dólares a Stormy Daniels para comprar su silencio por una supuesta relación extramatrimonial.

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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó este lunes a Nueva York desde su mansión Mar-a-Lago en Florida, donde fue despedido por más de 200 seguidores un día antes de su cita con la justicia para escuchar los cargos por el caso de los sobornos a la actriz porno Stormy Daniels. Trump, el primer expresidente de estadounidense en declarar ante un tribunal como imputado, emprendió viaje a bordo de su Boeing 757, que llevaba días estacionado en el Aeropuerto Internacional de Palm Beach, ciudad a unos 120 kilómetros al norte de Miami a la que trasladó su domicilio legal en 2019. 

«Es imposible que yo tenga un juicio justo»

«Vote Red or America is Dead» (Vote a los republicanos o Estados Unidos se muere), decía una pancarta portada por un simpatizante de Trump en el puente que une la isla de Palm Beach con el continente. Más de 200 personas con carteles y banderas estadounidenses ovacionaron a Trump cuando pasó en un auto que formaba parte de una caravana de más de una decena rumbo al aeropuerto.

La organización Club 47, que debe su nombre a que Trump, que fue el presidente número 45 de EE.UU. de 2017 a 2021, aspira a obtener un nuevo mandato en las elecciones de 2024, convocó esta manifestación «pacífica» para despedir al exmandatario. En Nueva York, la Trump Tower en la 5ª Avenida, donde el republicano pasaría la noche del lunes, se encontraba rodeada de colectivos de la policía en alerta máxima y unos pocos manifestantes.

«Iré a un tribunal, lo crean o no. ¡No se suponía que Estados Unidos fuera así!», escribió en la red Truth Social el exmandatario, que lanzó su campaña para volver a la Casa Blanca en 2024. «El fiscal corrupto no tiene caso», dijo sobre el hombre que lleva el proceso en su contra. «Lo que sí tiene es una jurisdicción donde es IMPOSIBLE que yo tenga un juicio justo», sostuvo Trump al anunciar su viaje a Nueva York, su ciudad natal. 

El martes, como parte de su comparecencia, se someterá al procedimiento estándar de toma de huellas dactilares y fotografía, lo que probablemente dará lugar a una de las fotos de ficha policial más famosas de la era moderna. Después se presentará ante el juez de origen colombiano Juan Merchán, que le leerá los cargos, todavía reservados, que se le imputan, una treintena según algunos medios locales.

Trump se declarará no culpable, según adelantaron sus abogados, por lo que el caso se dirige hacia un juicio. La instrucción gira en torno a los 130 mil dólares pagados a la actriz porno Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016, para comprar su silencio por una supuesta relación extramarital ocurrida diez años antes. El martes, tras su comparecencia ante el juez, el magnate republicano volverá a Palm Beach, donde hará declaraciones en su mansión Mar-a-Lago.

«Todo está en el aire»

La policía de Nueva York está en alerta máxima ante la posibilidad de que se produzcan protestas callejeras de partidarios y detractores de Trump. El cuerpo ordenó a sus 36 mil agentes que estén uniformados y listos para desplegarse, según informó NBC News citando fuentes oficiales. 

Aunque «no hay amenazas creíbles» para Nueva York, el alcalde Eric Adams optó por dejar una advertencia: «Agitadores: contrólense». Adams mencionó específicamente a la congresista radical Marjorie Taylor-Greene, «conocida por difundir desinformación y mensajes de odio», que convocó a una manifestación frente al tribunal. «Mientras esté en la ciudad compórtese bien», le pidió. 

John Kirby, uno de los voceros de la Casa Blanca, enfatizó que no se han detectado «amenazas activas», pero que, por precaución, el gobierno está siguiendo de cerca la situación y se está coordinando con autoridades estatales y locales en caso de que necesiten ayuda.

«Todo está en el aire», dijo el abogado de Trump, Joe Tacopina, en CNN el domingo. Un «perp walk», en el que un acusado es escoltado esposado ante las cámaras de los medios de comunicación, es poco probable para un expresidente bajo la protección del Servicio Secreto. Pero Tacopina prevé que la acusación tratará «de sacar cada gramo de publicidad» que pueda con el caso.

En paralelo, los abogados del expresidente Trump exigieron este lunes a un juez de Nueva York que desestimen la solicitud de los medios de comunicación para que se pueda retransmitir en directo la lectura de cargos prevista para este martes. «La solicitud de los medios debe ser denegada porque creará una atmósfera de circo en la lectura de cargos, generará preocupaciones de seguridad únicas y es inconsistente con la presunción de inocencia del presidente Trump», señaló el equipo de Trump en una carta enviada al juez Merchán.

La acusación

Aunque los cargos específicos aún permanecen bajo sello, el caso presentado por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, gira en torno a la investigación de los 130 mil dólares pagados a la estrella porno Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016. El exabogado de Trump, Michael Cohen, testificó ante el Congreso que organizó el pago a Daniels a cambio de su silencio sobre un encuentro que dice haber mantenido con el multimillonario en 2006. Trump, que ya estaba casado con su esposa Melania en ese momento, niega la aventura. 

Pero el caso Daniels es sólo una de las varias investigaciones que amenazan al expresidente. Un fiscal independiente está investigando el posible papel que desempeñó Trump en la insurreccion del seis de enero de 2021 en el Capitolio estadounidsense, así como su manejo y custodia de documentos clasificados después de abandonar la Casa Blanca.

En el estado de Georgia es objeto de una investigación por presionar a funcionarios para anular la victoria de Joe Biden allí en 2020, con una llamada telefónica grabada en la que pedía al secretario de Estado que «encontrara» suficientes votos para revertir el resultado. Biden, consciente de que cualquier declaración suya podría alimentar las quejas de Trump sobre un sistema judicial políticamente «instrumentalizado», es uno de los pocos demócratas que guardan silencio sobre la acusación de su rival político.

Divisiones en torno a su figura

La imputación de Trump volvió a dejar en evidencia las divisiones políticas del país. Según una encuesta realizada por CNN, el 60 por ciento de los estadounidenses aprueba la imputación, aunque sube al 94 por ciento en el campo demócrata y el 62 por ciento de los independientes, mientras el 79 por ciento de los republicanos están en contra.

La mayoría de los republicanos rompieron filas en torno al expresidente, incluido su probable gran rival en las primarias presidenciales del partido, el gobernador de Florida Ron DeSantis, quien calificó la acusación de «antiestadounidense». Pero otros miembros del partido mostraron su preocupación ante la perspectiva de que un presidente que sobrevivió a dos procesos de destitución en el Congreso y se enfrenta a varias investigaciones busque la nominación del partido.

El exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson, que anunció el domingo que se postula para ser el candidato presidencial republicano, cuestionó abiertamente esa estrategia e instó a Trump a abandonar la carrera. «Sí creo que es demasiado espectáculo secundario y distracción, y él necesita poder concentrarse en su debido proceso», dijo Hutchinson, quien agregó: «El cargo siempre es más importante que la persona». Desde Hungría, el primer ministro Viktor Orban le dio su apoyo: «¡Siga luchando, Sr. Presidente! Estamos con usted».

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