La Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) se encuentra nuevamente en el centro de un nuevo conflicto debido a sus continuos problemas con el abastecimiento de medicamentos en sus farmacias. Valeria Placella, quien anticipó su renuncia como farmacéutica en la institución, explicó el sin fin de circunstancias angustiosas a las que tanto ella como los pacientes han enfrentado por las dificultades de las dos farmacias de la principal obra social que opera en Tierra del Fuego. Según la profesional, la situación se ha tornado insostenible, provocando la constante preocupación en la comunidad que depende de estos servicios de salud.
Placella explicó con detalle las dificultades que enfrentó, comenzando por la falta de respuesta del Directorio ante las demoras en los pagos, lo que ha contribuido significativamente a la interrupción en el suministro regular de medicamentos de alta necesidad y costo. Entre estos se incluyen medicamentos oncológicos, retrovirales para el tratamiento del VIH, así como aquellos necesarios para trasplantes y terapias hormonales, los cuales son críticos para la salud y el bienestar de los pacientes.
La profesional expuso que “una situación que se repite es que no se pueden hacer las compras de medicamentos directamente a las droguerías”. Remarcó que “se hacen las compras pero hay demoras y hay deudas, entonces los pedidos están cada vez demorando más”.
«Los pedidos están cada vez más demorados; esto deja a los pacientes sin medicación esencial», manifestó Placella visiblemente preocupada. La falta de estos medicamentos puede llevar a interrupciones en los tratamientos, poniendo en riesgo su eficacia y, en algunos casos, la vida de los pacientes, detalló la profesional.
“La farmacia convenida que está vigente al día de hoy es Autofarma. En muchos casos estamos superdemorados, con atrasos que no deberían estar sucediendo. Desde mi lugar yo lo siento frustrante. No me entra en la cabeza cómo pueden estar sucediendo estas cosas”, expresó Placella y subrayó que la situación se torna aún más inentendible cuando la OSEF “tiene beneficios que van del 50 al 70 por ciento de descuento para poder comprar medicamentos de altísimo costo al proveedor directo”.
Por otra parte, la farmacéutica opinó que “todo lo que se deriva que es alta rotación, que sería tener costos accesibles para que otros pacientes puedan comprar en la farmacias de OSEF, se podría hacer tranquilamente teniendo estructura y personal” y cuestionó que la OSEF disponga de un solo farmacéutico para brindar sus servicios.
Además, Placella señaló que OSEF mantiene deudas con diversos laboratorios, de los cuales algunos continúan vendiendo medicamentos, mientras que otros directamente han cerrado la posibilidad de compra debido a los atrasos en los pagos. Esto provoca que algunos medicamentos estén disponibles para compra, mientras que otros, no. Esta inestabilidad financiera y administrativa ha afectado enormemente la capacidad de la obra social para cumplir con sus compromisos.
Por otro lado, la farmacéutica destacó que existe un convenio con la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF) , que ofrece un descuento del 33% en medicamentos. Sin embargo, este sistema también está funcionando con limitaciones. «Hemos experimentado múltiples demoras e inconvenientes, y tenemos entendido que este servicio está en riesgo de ser cancelado», indicó. Igualmente, OSEF cuenta con acuerdos con farmacias individuales que ofrecen un descuento del 12,5%, pero estos recursos están pensados como última instancia cuando los medicamentos no se pueden adquirir a través de los canales primarios.
Otra problemática crítica mencionada por Placella es la existencia de al menos diez pedidos de medicamentos que están detenidos sin autorización debido a la falta de partidas presupuestarias. Aunque se ha discutido que el presupuesto está disponible, el desafío parece radicar en la identificación y el uso adecuado de las partidas necesarias por parte de la Contaduría de la institución.
Placella también puso de relieve la frustración creciente, tanto personal como profesional, que experimentó durante su tiempo en OSEF. Tal situación resulta especialmente incomprensible dado que OSEF tiene beneficios contractuales que les permiten comprar medicamentos de altísimo costo con descuentos que oscilan entre el 50% y el 70% directamente al proveedor. «No me entra en la cabeza cómo pueden estar sucediendo estas cosas cuando existen tales facilidades», expresó.
Además, Placella hizo hincapié en que la obra social no contaba con la estructura ni el personal necesario para operar eficientemente, cuestionando la decisión de tener solo un farmacéutico encargado del servicio. Esto no solo limita severamente la operación diaria, sino que también impacta en la capacidad de gestión y en la disponibilidad de servicios críticos de salud para los afiliados.
Según detalló la farmacéutica, en sus intentos de mejorar la situación, Placella buscó ayuda y trató de comunicarse con miembros del Directorio desde su primer día en la farmacia, pero sus esfuerzos fueron infructuosos, tanto con los referentes políticos como en el caso de los directivos de extracción sindical. Esta falta de respuesta y el entorno estresante finalmente la llevaron a presentar su renuncia, tras vivir meses de situaciones angustiosas.
Finalmente, Placella destacó que un número creciente de personas están recurriendo a vías legales para acceder a los medicamentos necesarios, señalando que durante su tiempo en la farmacia, a menudo se vio obligada a entregar medicamentos solo bajo amparos judiciales. Este último recurso refleja el grave estado de desesperación y descontento entre los pacientes y afiliados, así como la necesidad urgente de resolver los problemas administrativos y financieros de la OSEF.