La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, visitó este domingo el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador. Se trata de una mega cárcel para pandilleros con capacidad para hasta 40.000 personas construida hace un año por orden de Nayib Bukele, en el marco de la lucha contra estos grupos.
Durante la recorrida en la penitenciaria, la ministra resaltó: ”El Salvador era el país más violento. Se convirtió en un país donde las familias pueden caminar, viven en paz y en tranquilidad. Todo gracias a un programa de destrucción de las maras asesinas, que hoy están acá encerradas”.
Bullrich agradeció al ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, y aseguró a través de su cuenta de X que la estrategia de ser “duros contra los criminales” es “el camino” para la “libertad para los argentinos de bien”.
El presidente salvadoreño decretó hace más de dos años un régimen de excepción que suspende algunos derechos constitucionales y ha sido criticado por organizaciones de Derechos Humanos. En este sentido y con foco en la seguridad pública, principalmente en la ciudad de Rosario, Bullrich está interesada en toda la estructura que permitió bajar drásticamente el delito en El Salvador.
Desde su asunción al frente del Ministerio, expresó en varias oportunidades su intención de contar con una prisión «a lo Bukele» para combatir «el narcotráfico y las mafias».
Las denuncias contra Nayib Bukele
Hace dos años el presidente Bukele declaró una «guerra» a las pandillas en El Salvador, luego de una escalada de 87 homicidios en un fin de semana. Ahora el presidente proclama que su país es el más seguro del continente gracias a la ofensiva iniciada el 27 de marzo de 2022 al amparo de un régimen de excepción, pero sus críticos afirman que el costo es alto.
Organizaciones no gubernamentales recibieron más de 6 mil denuncias de violaciones a los derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y registraron la muerte de más de 200 detenidos bajo custodia estatal.
Bukele hizo valer su mayoría parlamentaria para alcanzar las medidas excepcionales reclamadas, que se fueron renovando sucesivamente. A principios de marzo pasado la Asamblea Legislativa aprobó la 24° prórroga y no hay perspectivas de finalización a corto plazo.