La modalidad incluye también asambleas presenciales en cada dependencia aduanera del país. El reclamo sigue siendo el mismo: recomposición salarial urgente y paritarias libres y homologadas, algo que el Gobierno nacional no ha querido garantizar.
Pero mientras se tiran la pelota en Buenos Aires, la provincia más austral del país vuelve a pagar los platos rotos. El corte de actividades afecta principalmente a los pasos fronterizos que conectan a Tierra del Fuego con el continente. En una provincia que depende casi en su totalidad del transporte terrestre, la paralización de aduanas implica demoras, desabastecimiento y perjuicio directo a empresas y consumidores.
Y esto no termina acá: ya se anunció otro paro para los días 29 y 30 de abril, generando un escenario de incertidumbre constante. Tierra del Fuego queda atrapada en una crisis que nadie parece querer resolver, y donde los fueguinos siempre terminan perdiendo.
Red23