El abogado de la institución, Jorge Giménez, reconoció que la situación económica es igual o peor, con deudas por 14 mil millones de pesos y sin mejoras concretas tras la última ley aprobada en la Legislatura.
“Hoy la obra social tiene para pagar 14 mil millones de pesos y en la cuenta bancaria hay cero pesos. Dos pesos, como mucho”, graficó Giménez, dejando en claro la magnitud del déficit.
Doble cobertura y nuevas bajas
Uno de los cambios más polémicos surgió con la reforma de la Ley 1071 y su modificación 1596, que habilita a la obra social a dar de baja a los cónyuges de afiliados titulares si cuentan con otra cobertura médica.
“Hasta ahora podían tener el beneficio de las dos obras sociales, pero ahora OSEF dispuso que no sigan más afiliados en esa condición”, explicó el abogado.
Según dijo, ya hubo “unas 100 nuevas altas” y también numerosas bajas, aunque aún no hay un número definitivo por la complejidad del proceso de revisión.
Los números que no cierran
Giménez expuso con crudeza la raíz del problema financiero: “La salud en Argentina cuesta entre 115 y 125 dólares por afiliado. A OSEF le entran apenas 67 dólares por cada uno. Nos falta la mitad”.
Con unos 60 mil afiliados —de los cuales sólo la mitad son titulares aportantes—, el desbalance es evidente. “Es muy sencillo: lo que entra no alcanza para cubrir lo que cuesta la salud”, resumió.
Medicamentos, costos y deuda
La compra de medicamentos es otro de los grandes dolores de cabeza. “Los laboratorios fijan precios a nivel mundial, y si ni Donald Trump pudo controlarlos, imaginen lo que puede hacer una obra social provincial”, ironizó Giménez.
En ese marco, sostuvo que la OSEF paga sobreprecios por la falta de financiamiento que le impide negociar con volumen y cumplir en tiempo y forma con los proveedores: “Si pagás a siete meses, el costo financiero se multiplica. No es mala administración: es falta de plata”.
La ley de salvataje que no salva
La Legislatura aprobó este año una ley que establecía un aporte extraordinario del puerto hacia OSEF. Sin embargo, Giménez fue tajante: “Con ese dinero no va a estar. El puerto ya destinó esos fondos a otros fines. Han pasado dos meses y la plata no aparece”.
En consecuencia, el déficit continúa y la incertidumbre se profundiza. “Hasta ahora no mejoró nada. La obra social sigue igual o peor”, admitió.
Un futuro en jaque
Lejos de dar certezas, la entrevista dejó una conclusión dura: OSEF sigue en caída libre, y la ley de salvataje no logró cambiar el panorama. Con deudas multimillonarias, afiliados que pierden cobertura y un sistema de salud cada vez más caro, la pregunta que se abre es si existe un plan real para evitar el colapso de la obra social de los estatales fueguinos.
En definitiva, la obra social sigue atrapada en una ecuación insostenible: lo que ingresa no cubre lo que cuesta la salud de sus afiliados. La ley de salvataje no generó alivio y las deudas se acumulan mes a mes. Sin un financiamiento extra que aporte recursos frescos, OSEF no encuentra otra salida y se encamina a un escenario de mayor deterioro que amenaza directamente la cobertura de casi sesenta mil fueguinos.