La Cumbre del G20 en Río de Janeiro no fue un terreno amigable para Javier Milei. Pasó de estar en el centro de las miradas en Palm Beach y recibir elogios de Donald Trump a ser uno más en una reunión con presidentes que no suscriben ni una coma de sus razonamientos.
Su aislamiento estuvo en boca de todas y es evidente que frente a los líderes de los países que representen el 85 por ciento del PBI mundial decidió suspender su show y acompañar el documento de consenso impulsado por Lula al que solo le pudo agregar algunas notas al margen que tuvo que salir a difundir por fuera.
Una fuente diplomática que estuvo en la organización del G20 explicó que «el acuerdo que se hizo con Argentina fue el siguiente: Milei no iba a obstaculizar el consenso si tenía la oportunidad de hablar después de la aprobación del documento. Así lo negociamos y se hizo. Ahí, puntuó las cuatro cosas que estaban en contra de la declaración».
Esta fuente remarca que «lo que hay que subrayar en esta cumbre es el aislamiento de Milei. Cuando hablaba, solo Argentina aplaudía. Quedó muy aislado en todo lo que hace. Incluso intentó acercarse a Meloni y no le dio pelota».
De todas formas, la italiana estará en Buenos Aires esta semana para reunirse con el jefe de estado y revalidar de esa manera la buena sintonía que expresaron en el G7 y en la primera vista de Milei a Roma.
Lo cierto es que la premier italiana juega otra liga y lejos de querer encabezar una batalla cultural contra el sistema, se las arregla para construir un liderazgo que contenga a todos, a punto tal que está por cerrar un inédito acuerdo en la Comisión Europea con el socialismo español.
Este aislamiento quedó de manifiesto con la ausencia del líder libertario de la foto final en donde aparecen todos los integrantes con Lula, Biden, Xi Jinping y el indio Narendra Mondi en el centro de la escena.
Aqui hay dos versiones. La que indica que Milei decidió no estar como forma de rechazo a un ámbito global que no considera prioritario y el que sostiene que directamente no le avisaron en un ninguneo que formó parte de la reunión, con algunas excepciones. El gobierno explicó que Milei estaba con Georgieva pero en la foto se ve con claridad la titular del FMI está abajo a la derecha de la foto.
El discurso de Milei contra el multilateralismo y en defensa de las naciones occidentales se chocó con la real política internacional que se cristaliza en las dos reuniones de alto nivel que tuvo con Xi Jinping y Narendra Modi que confirman que buena parte de la dinámica comercial que puede favorecer al ingreso de dólares por exportaciones serán del lado Oriental del mundo.
Habrá que ver si la vuelta de Trump a la Casa Blanca puede poner a Milei en lugar de protagonismo en este tipo de encuentros o si se reduce a una simple medalla que el republicano se pone para mostrar el alcance del MAGA.
LPO