En la Estancia Sara, Río Grande, se realizó una jornada de trabajo donde se analizó la situación de riesgo que se presenta con la pilosella, una maleza invasora que constituye una amenaza en múltiples aspectos.
Según se informó oficialmente, el encuentro fue organizado por la empresa Tecnomyl y contó con la presencia de un grupo de profesionales de todo el país, conjuntamente con el Instituto Nacional de Tecnología Agrogpecuaria (INTA), el Gobierno provincial, profesionales locales y productores.
El problema con la pilosella (Hieracium pilosella) radica en que al ser una especie invasora de origen europeo, se ha convertido en un desafío productivo y también ambiental para los campos de la provincia.
Ante esta situación, desde el INTA Tierra del Fuego junto a productores, profesionales y empresas se asumió el compromiso de pensar y ejecutar acciones para contener su expansión y preservar la biodiversidad y economía locales.
En el encuentro se recorrió las zonas afectadas y se discutieron estrategias para enfrentar esta problemática, que pone en riesgo a los pastizales naturales y, con ellos, la producción ganadera local, la vida silvestre y la biodiversidad fueguina.
En función del impacto de esta maleza en la producción ovina y bovina de la isla, desde INTA TDF se instó a estrategias para controlarla, mencionando el desarrollo alternativas de control biológico y químico con el objetivo de generar el menor impacto posible para el ambiente.
El secretario de producción de la Municipalidad de Río Grande, Facundo Armas, mencionó que la invasión de pilosella «es una preocupación generalizada en toda la provincia», y destacó el contar con el liderazgo del INTA y su capacidad técnica, «clave para encontrar soluciones a este problema que afecta a toda nuestra sociedad».
Según se informó, el INTA junto al gobierno provincial y Tecnomyl asumió la implementación de futuros ensayos con productos químicos alternativos y métodos de control biológico, desarrollando estrategias de menor impacto ambiental.