Terminó el Mundial de Francia 2023 con una final espectacular, la definición entre los más grandes de la historia que consagró a Sudáfrica como el único tetracampeón, luego de superar en el Stade de France 12-11 a Nueva Zelanda ante 80.065 espectadores.
París vibró con una definición de alto voltaje, que se jugó metro a metro y minuto a minuto. Los Springboks retuvieron el título conseguido en Japón e igualaron a los All Blacks al conseguir dos títulos mundiales consecutivos.
Los Pumas terminaron en el cuarto lugar luego de caer ajustadamente 26-23 contra Inglaterra. El equipo dirigido por Michael Cheika estuvo muy cerca de conseguir la medalla de bronce, pero pagó caro sus errores propios, algo que lo acompañó durante todo el torneo.
La decepción quedó para Francia e Irlanda, que jugaron un gran torneo y les tocó quedar eliminados en los cuartos de final, al perder contra los equipos que jugaron el duelo decisivo.
La brecha entre Sudamérica y el resto
Los anuncios fueron llegando uno tras otro, unos días antes de la definición del torneo, como los cambios que se vendrán luego de este Mundial, cambios que no fueron tomados al azar ni mucho menos. Fueron estudiados con anterioridad, analizados y finalmente avalados por los votos de los dirigentes con más peso del mundo del rugby.
De esa forma, quienes dirigen los destinos de este deporte se juntaron y apoyaron una vez más la iniciativa de Bill Beaumont, el inglés que preside World Rugby y decidieron, otra vez, con el «voto calificado» de los popes europeos determinar el futuro del rugby mundial. Ese que cada vez amplía más la grieta entre los países con más y menos peso, es decir, los grandes y los chicos.
La Argentina, pero mucho más Sudamérica, quedaron del lado de «los más débiles», son la minoría. De los 51 votos calificados, World Rugby necesitaba el 75% para poder realizar los cambios en los torneos, hecho que el establishment volvió a votar a favor para ampliar la brecha, consiguiendo 41 votos sobre los 51 posibles (algo más del 80%). Con esto no tuvo mayores inconvenientes para volver a decidir a su antojo, algo que seguirá pasando luego de la fallida postulación de Agustín Pichot hace cuatro años, cuando intentó ser electo Presidente de World Rugby al enfrentarse con Beaumont, a pesar de ser el vicepresidente de la entidad madre del rugby.
Los diez votos en contra que sumó la oposición la encabezó Argentina (3), Sudamérica Rugby y Europa (2) –a excepción de los equipos del Seis Naciones– Uruguay (1), Rumania (1) y Asia (1). Mientras que los 41 votos del establishment quedaron distribuidos así: Inglaterra, Gales, Italia, Francia, Irlanda, Escocia, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda, Oceanía, América del Norte, Asia, Canadá, USA, Georgia, Samoa y Portugal.
Luego de aquella derrota a manos del inglés Beaumont, y al dejar la vicepresidencia, la situación para el rugby sudamericano quedó cuesta arriba, como se ve reflejado con los nuevos formatos para los próximos años.
La Nations Cup
Para 2026 habrá una competencia cada dos años en la que tomarán parte las seis potencias de Europa (Escocia, Francia, Gales, Inglaterra, Irlanda e Italia), los cuatro equipos que actualmente juegan el Rugby Championship (Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica) y dos países que se sumarían como invitados, que serían Fiji y Japón, que accederían por su ubicación en el ranking.
Esa Liga Mundial, que aún no tiene un nombre, es una idea que había propuesto en algún momento Pichot, cuando en 2020 se postuló para «desbancar» al inglés en busca de la Presidencia.
Ese mismo torneo tendrá otra categoría de 12 equipos, con un nivel inferior llamada «Challenger Series», compuesta por quienes se ubiquen desde el puesto 13 al 24 de la clasificación general y que hoy serían Portugal, Georgia, Samoa, Tonga, Uruguay, Estados Unidos, España, Rumania, Namibia, Chile, Canadá y Hong Kong.
Esos seleccionados, desde el año 2030, podrán conseguir el ascenso al Grupo Superior, por lo que se sobreentiende que habrá descensos en el grupo de elite. Se estima que jugarían los dos últimos de la zona superior con los dos primeros de la inferior en un play-off, donde deberían derrotarlos para acceder a la máxima división.
Ese nuevo formato arrancará en 2026 y se llevará a cabo en los años pares, mientras que en los impares se jugarán los mundiales y las giras de los British & Irish Lions, de forma alternada. En los próximos años World Rugby expresó mediante un comunicado que se promoverán partidos entre los seleccionados del Tier 1 y el Tier 2, así es como se denomina en el mundo del rugby los diferentes niveles de los seleccionados.
Francia 2023 ya quedó atrás, llega un nuevo formato para Australia 2027, con 24 equipos y nuevas ilusiones. Los Springboks lideran el escenario mundial, con las coronas de 1995, 2007, 2019 y 2023. Aislados por el apartheid durante los primeros dos mundiales, llegaron para hacerle frente a los All Blacks y lo consiguieron.
El mundo del rugby los aplaude, a ellos y a los neozelandeses, por el juego que ofrecieron en una final inolvidable. París y el Stade de France la recordarán por mucho tiempo.