El presidente Javier Milei se decidió finalmente este miércoles, a casi una semana del temporal que devastó a la ciudad de Bahía Blanca, a viajar para ponerse en contacto de primera mano de las tareas de rescate que se están realizando.
Ampliamente criticado por no «meter los pies en el barro» y enviar apenas 10 millones de dólares para asistir a las víctimas (se estima que ese monto no llega al 2% de lo que se requerirá para reconstruir Bahía Blanca), Milei llegó en medio del hermetismo y de un fuerte operativo de seguridad para evitar que los vecinos se le puedan acercar.
A pesar de ello, y desde lejos, los bahienses le hicieron sentir a los gritos su descontento por haberlos dejado de lado.
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