El Ejército israelí confirmó el ataque en un comunicado oficial, señalando que forma parte de una “operación defensiva para proteger a la población drusa en el sur de Siria”, particularmente en la provincia de Sweida, donde desde el domingo pasado se registran enfrentamientos entre milicias drusas opositoras al Gobierno y fuerzas beduinas aliadas a Damasco.
El conflicto ha dejado ya al menos 248 personas muertas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, incluyendo 21 ejecuciones extrajudiciales atribuidas a agentes de los ministerios de Interior y Defensa sirios. También se han reportado saqueos y ataques a viviendas civiles en zonas drusas.
La violencia comenzó tras el colapso de un alto el fuego temporal y ha ido en aumento con la entrada del ejército sirio y la intervención aérea israelí.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que los ataques continuarán mientras las tropas sirias permanezcan en la región. “Israel tiene el deber moral de proteger a la comunidad drusa, tanto dentro de sus fronteras como en la vecina Siria”, afirmó, advirtiendo a los drusos israelíes que no crucen la frontera con Siria por el riesgo de secuestro o muerte.
Desde el inicio de la violencia, decenas de drusos israelíes han cruzado la valla fronteriza en los Altos del Golán para intentar reunirse con familiares que viven del lado sirio.
El Gobierno turco condenó duramente los ataques israelíes, asegurando que “buscan sabotear los esfuerzos de paz y estabilidad” en Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre pasado. El Ministerio de Exteriores de Turquía llamó a respetar la oportunidad de paz bajo el nuevo gobierno sirio y calificó la intervención israelí como una “provocación desestabilizadora”.
La ofensiva israelí se da en un contexto de alta tensión entre Israel y Siria, países técnicamente en guerra desde 1948. Israel ocupa desde 1967 los Altos del Golán, un punto geoestratégico clave en el conflicto. La caída de Assad y la llegada al poder de líderes islamistas moderados, como Ahmed al Shara (exlíder de Hayat Tahrir al Sham), no ha reducido la complejidad del escenario.
Israel ha dejado claro que no permitirá la consolidación de fuerzas hostiles en su frontera norte, y ha advertido que “la operación militar podría escalar si el mensaje no es comprendido”.

