El estadio Maracaná abrió este sábado sus puertas a las 12.30, media hora antes de lo previsto, para que pueda ingresar la multitud de hinchas de Boca que estaban desde temprano en la zona periférica para presenciar la final de la Copa Libertadores ante Fluminense.
Los simpatizantes xeneizes llegaron bien temprano y se ubicó sobre la avenida Pelé, y una vez que les abrieron las puertas ingresaron por la puerta 20 del sector popular.