Además de los estudiantes, los mensajes también involucraban a docentes y directivos, generando un clima de incertidumbre, temor y angustia. La identidad de quienes administraban estos canales permanece desconocida, lo que dificulta tomar medidas concretas contra los responsables.
La situación fue denunciada por varios alumnos directamente a las autoridades del colegio, visibilizando así una problemática que, según señalan las familias, ya no puede ser ignorada. En ese contexto, un grupo de madres se presentó esta semana en la institución para exigir que se tomen acciones concretas, no sobre el uso de teléfonos celulares, sino sobre la raíz del conflicto: la violencia, la misoginia y la falta de herramientas para gestionar el odio y la discriminación entre pares.
«Esto no es sólo un problema de redes sociales. Es una señal de alarma sobre lo que viven nuestros hijos en las aulas. Necesitamos que el colegio actúe, que se implementen clases de Educación Sexual Integral (ESI), talleres de reflexión, y que se involucre a las familias», expresó una de las madres presentes.
La preocupación es profunda y se centra en la necesidad de prevenir tragedias mayores. “Después vienen los casos de suicidio por bullying y abuso, y ahí todos guardan silencio. Hay que actuar ahora, mientras todavía se puede educar y reparar», enfatizó otra madre.
Con un alumnado de 786 estudiantes, la comunidad del Trejo exige una respuesta institucional a la altura de la gravedad de los hechos. Las familias insisten en que no se trata de castigos ejemplificadores sino de generar espacios de diálogo, contención y formación, para que situaciones como esta no vuelvan a repetirse.
Del laco noticias