El estado de las rutas nacionales en Argentina ha generado fuertes críticas por parte de varios gobernadores provinciales, quienes denuncian la falta de inversión y mantenimiento por parte del Gobierno central.
Estas críticas se intensifican ante las estadísticas que revelan que un porcentaje significativo de los accidentes automovilísticos fatales ocurren en estas rutas. Los gobernadores exigen la reactivación de la obra pública para mejorar la seguridad vial y facilitar el tránsito de personas y mercancías.
El Gobierno nacional, por su parte, ha expresado su intención de implementar un sistema de obras privadas para la gestión de la infraestructura vial, argumentando la necesidad de mayor competencia y transparencia en las contrataciones. Sin embargo, el avance de nuevos proyectos de obra pública es limitado, lo que genera preocupación en las provincias, especialmente en aquellas donde el estado de las rutas dificulta la producción, el turismo y la seguridad de sus habitantes.
Ante esta situación, algunos gobernadores han manifestado su disposición a utilizar fondos provinciales para realizar arreglos urgentes en las rutas nacionales, aunque reconocen que esta es una responsabilidad del Gobierno central.
La controversia pone de manifiesto la tensión entre las provincias y la Nación en relación con la gestión de la infraestructura vial y la asignación de recursos para su mantenimiento y mejora.