En la cárcel asesinaron a golpes a un pedófilo condenado a perpetua que abusó de 9 menores.

El pedófilo de 33 años, llevaba ocho años de condena cuando se enfrentó con otro preso y murió en un suceso que algunos califican de justicia carcelaria. El fatal hecho ocurrió en Estados Unidos. De acuerdo a la información de las fuentes policiales, un hombre de 33 años identificado como César Pastrana murió tras recibir una golpiza en la cárcel. El preso, estaba cumpliendo una cadena perpetua por el abuso sexual de nueve menores.

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Asimismo, un portavoz del Departamento Correccional de Georgia confirmó que la muerte del pedófilo esta siendo investigada como un homicidio, pero se negó a detallar cómo murió. Los registros revelaron que levaba ocho años alojado en la prisión estatal de Hancock. Luego del ataque, el personal médico lo atendió rápidamente y luego de ello, fue trasladado a un hospital local, donde lo declararon muerto.

Mientras tanto, los medios de comunicación revelaron que Pastrana fue detenido por primera vez en febrero de 2012. Allí, fue acusado de haber abusado de nenes durante un evento de “encierro” de la iglesia NorthStar, donde se desempeñaba como voluntario.

Si bien negó rotundamente haber atacado a los menores de edad y ser pedófilola institución religiosa decidió revocarle el acceso de por vida. Tiempo más tarde, decidió admitir la verdad de sus actos y fue ante un tribunal, donde reveló sus delitos sexuales. Pero eso no fue todo, también confesó que había cometido sodomía con un menor de edad.

Junto con ellos, desde el Departamento Correccional compartieron el siguiente comunicado: “Los agentes tienen razones para creer que el delincuente César Pastrana murió como resultado de las lesiones sufridas durante un altercado con otro recluso el 13 de marzo de 2020. El personal médico acudió y se le aplicaron medidas para salvarle la vida. Fue trasladado a un hospital local donde fue declarado muerto a las 12:15 pm por un médico del hospital.”

Cabe resaltar que, la cárcel estatal de Hancock no es conocida por ser un lugar seguro para sus reclusos, por lo que aunque muchos de los presos son peligrosos, también temen por su vida.

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