Los choques comenzaron tras la presunta incursión de tropas camboyanas en la provincia de Surin. En respuesta, las fuerzas tailandesas lanzaron fuego de artillería y movilizaron helicópteros de combate. Testigos reportaron explosiones, ráfagas de disparos y familias huyendo entre los árboles.

Ambos gobiernos se culpan mutuamente. Mientras tanto, el cruce fronterizo de Chong Chom ha sido cerrado, se suspendieron las actividades escolares en al menos tres distritos, y la población civil fue evacuada ante el riesgo de una escalada mayor.
Un nuevo foco de tensión se abre en el sudeste asiático.
Otro conflicto armado mientras el resto del mundo dormía.