Boca quedó eliminado este martes por la noche de la Copa Libertadores en los octavos de final al perder 3-1 ante Atlético Mineiro, en Belo Horizonte y en definición por tiros penales, luego de igualar 0-0 en los 90 minutos regulares en los que a instancias del VAR le fue anulado otro gol tan polémico como en del partido de ida en la Bombonera.
Tras la dolorosa eliminación, estalló la furia en el vestuario de Boca y todo terminó con un enfrentamiento entre los futbolistas del «Xeneize» y la policía, que contuvo al plantel con gases lacrimógenos. Mientras tanto, los dirigidos por Miguel Ángel Russo arrojaban vallas y diferentes objetos. Entre ellos había integrantes del Consejo de Fútbol del club de la Ribera.
Tras el enfrentamiento, algunos futbolistas de Boca se vieron afectados por los gases lacrimógenos y debieron ser asistidos fuera del vestuario. Finalmente la situación se tranquilizó minutos después. El colombiano Sebastián Villa y el peruano Carlos Zambrano, en tanto, fueron demorados.
El delito por el que se acusa a Villa y Zambrano es el de «crímenes contra el patrimonio», según explicó la Policía Militar a Russo, cuando impidió que partiera el micro que los iba a llevar desde el estadio «Mineirao» hasta el aeropuerto.
El principal foco del conflicto fue el de Raúl Cascini, miembro del Consejo de Fútbol liderado por el vicepresidente Juan Román Riquelme, con un miembro de seguridad privada, que luego escaló hasta el resto de la delegación y los propios jugadores.