“Llamamos a la policía, no contestaban. Tuve que marcar el 101 y esperar media hora hasta que alguien venga, porque no podía dejar el local solo”, relató con bronca la comerciante. Lo insólito fue la explicación en la comisaría: el gobierno retiró los teléfonos fijos de todas las dependencias para “reducir gastos”.
“Nos exigen pagar impuestos pero no tenemos ni un número de teléfono para pedir ayuda. ¡Ni WhatsApp, ni línea fija! Nada”, denunció.
La mujer, que vive en Chacra 4, relató que esta no fue la única situación violenta. “A una piba la robaron y le pegaron a media cuadra de la comisaría. La policía no tiene móviles, ni uniformes adecuados, y ahora les sacan hasta el teléfono. ¿Qué esperan, que nos maten?”
En su negocio también sufrió otro episodio: un hombre ingresó alterado, amenazante. “Yo tengo cuchillos en la fiambrería. Si no lo frenaba, no sé qué pasaba. ¿Qué se supone que haga una mujer sola en ese momento?”
Además de la falta de comunicación con la policía, la comerciante criticó el estado general de abandono: “No hay alumbrado público, la zona es oscura, tuve que poner focos propios. Entraron por el paredón porque no se ve nada”.
La justicia tampoco da respuestas. “Identifican a los ladrones y después entran y salen como si nada. Uno tiene que esperar que rompan todo, hacer denuncia, esperar que el seguro pague… si es que paga.”
La solución, asegura, no es mágica, pero sí exige voluntad política: “Que el gobierno ayude a los policías, les devuelva los teléfonos, móviles, ropa para el frío, que vuelvan a patrullar. Y que entre vecinos nos cuidemos, porque así como estamos, estamos solos.”