Golpeada por una crisis productiva y económica sin precedentes, FADEA, la fábrica de aviones de Córdoba, llega a este cierre de 2025 con la pregunta abierta respecto de cuánto más podrá mantener su calidad de empresa activa. Por estos días, la estatal mantiene una deuda con la Fuerza Aérea del orden de los $3.800 millones, y también posee compromisos incumplidos con su cadena de proveedores local y extranjera del orden de los 18 millones de dólares. En paralelo, en este final de noviembre vence el cronograma de suspensiones rotativas de personal establecido, lo cual agiganta la posibilidad de que se pierdan 700 empleos. En este marco, una luz tenue volvió a aparecer al final del túnel: la posibilidad de fabricar una flota de aviones Pampa en sociedad con organismos y firmas militares mexicanas. El detalle está en que gran parte de la producción ocurriría directamente en tierras aztecas y con una transferencia de tecnología y secretos militares que alienta el recelo en las esferas castrenses argentinas.
La posibilidad de la alianza con México empezó a cobrar formar en septiembre de este año, momento en que representantes de FADEA, la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FAMIA) y la Secretaría de la Defensa de México (SEDENA) rubricaron un Memorando de Entendimiento (MOU) para avanzar con las conversaciones.
La propuesta que bajaron los mexicanos es desarrollar de manera compartida 24 aviones Pampa en una versión que se denominaría MX. La intención del aparato del país del norte es incorporar a la aeronave de entrenamiento y ataque ligero en sus misiones contra el crimen organizado.
La producción del Pampa pasaría a México
Un aspecto clave del acuerdo está en que la mayor parte de la fabricación no se llevaría a cabo en la Argentina, más allá de que se trata de un modelo y tecnología generada a nivel local.
Así, y según señalan fuentes mexicanas, el «montaje final e integración de equipos se realizará en México, incluso que el sistema de trenes de aterrizaje, la cúpula y algunos otros sistemas se fabriquen en Argentina, mientras que FADEA se encargará de la estructura y cableados».
México ya había mostrado interés por los Pampa en otras ocasiones: entre 2016 y 2017, hubo conversaciones orientadas a una eventual compra de aviones. El aparato militar de ese país siguió la evolución de la aeronave y sus distintas versiones sin perder interés en adquirir unidades.
De llegarse a un acuerdo exitoso, México tendría intenciones de sumar otros 12 Pampa que tendrían como destino ampliar la capacidad aérea de la Marina de ese país.
Plataformas especializadas como Full Aviación aportan más detalles: «De prosperar, México requerirá entre 40 a 60 plantas de poder para el potencial Pampa MX , razón por la cual Honeywell ya ha expresado que reabriría la producción del motor TFE 731-40-2N, situación que su vez favorecería por default a Argentina».
«Otro aspecto destacable es que la coproducción se haría bajo un concepto Buyer Furnished Equipment, donde sería la parte mexicana quien se encargaría de adquirir los materiales, sistemas y elementos requeridos para la producción del Pampa MX. Evitándose el recurrente problema argento de disponibilidad de dólares. Siendo el monto global estimado del acuerdo de más de 600 millones de dólares«, se añadió.
El inconveniente frente a esta posibilidad está en que, a diferencia de lo concretado por la administración que encabeza Claudia Sheinbaum en México, el área de Defensa del Gobierno argentino aún no se pronunció respecto de si avala o no este potencial contrato.
Precisamente, esa falta de señales de apoyo a la posibilidad reactiva las versiones de que La Libertad Avanza (LLA) apunta a cesar las actividades en FADEA para luego avanzar con una pronta privatización.
La fábrica de aviones, en su peor momento
Como expuso iProfesional recientemente, sendas comunicaciones internas develan que la compañía atraviesa un parate productivo agravado. Y que siguen sin rubricarse los contratos con la Fuerza Aérea que le acercarían cierto oxígeno económico. Mientras tanto, su plantel de operarios asiste a las instalaciones de la firma sólo tres días a la semana y FADEA posee una deuda multimillonaria con proveedores.
Hoy por hoy, según datos de fuentes cercanas a la empresa, la fábrica de aviones de Córdoba opera sólo a partir de los fondos que el Ministerio de Economía aporta de manera mensual. Este financiamiento, se señala en torno a FADEA, podría interrumpirse en cualquier momento dado que la firma depende de la cartera de Defensa, que en el último tiempo se ha mantenido reacia a incrementar el apoyo financiero a la estatal.
A la par de esa situación, el malestar dentro de FADEA se intensificó en los últimos días tras conocerse una carta firmada por Emilio Magnaghi, actual vicepresidente de la fábrica de aviones, donde se expone que la compañía prácticamente bordea el cierre.
En la misiva expuso que la fábrica de aviones ostenta un «patrimonio neto negativo» y padece una «liquidez operativa prácticamente nula».
La carta en cuestión, afirman fuentes cordobesas, fue dirigida a la Secretaría de Inversiones y Producción del Ministerio de Defensa. En el texto se subraya que las instalaciones en la provincia mediterránea atraviesan una «crisis terminal».
Por último, se señala que, por la ausencia de contratos con la Fuerza Aérea, hoy por hoy la formación de pilotos en FADEA se encuentra interrumpida, como así también las labores de producción y mantenimiento de unidades IA-63 Pampa y C-130 Hércules.

