El drama no es solo la cancelación, sino la respuesta de la aerolínea ante la necesidad de buscar una solución alternativa, como volar hacia la ciudad vecina de Ushuaia. Los pasajeros se encuentran atrapados en un «laberinto» burocrático, obligados a pagar cifras siderales por un cambio que no solicitaron.
$666.788 por un Cambio «Forzoso»
La situación se resume en la conversación que tuvo un pasajero afectado con la compañía, donde queda en evidencia la postura inflexible de Aerolíneas Argentinas. El pasajero, ante el cierre programado del aeropuerto, solicita modificar su vuelo a un destino operativo, como Ushuaia. La respuesta fue un golpe al bolsillo:
- Aerolíneas Argentinas: «La modificación de la reserva tiene un costo total de $666.788,00 ARS.»
- Pasajero: «PERO YO CAMBIO EL DESTINO POR EL CIERRE PROGRAMADO DEL AEROPUERTO DE RIO GRANDE, NO PORQUE QUIERA»
La aerolínea, en lugar de asumir la responsabilidad de un servicio que no podrá cumplir, se atiene a la letra fría de su reglamento:
- Aerolíneas Argentinas: «Entiendo tu situación. Sin embargo, la política actual establece que la modificación sin costo solo aplica para cambios de fecha, horario o aeropuerto dentro de la misma ciudad. El cambio de destino a otra ciudad (en este caso, Ushuaia) genera un costo adicional, tal como se indicó previamente.»
El pasajero intentó apelar al sentido común, dada la geografía de la provincia:
- Pasajero: «MI CIUDAD NO TIENE 2 AEROPUERTOS.!!!!!! Y NO ES POR MI EL CAMBIO, REITERO. UDS DEBEN DARME UNA SOLUCION YA QUE ME VENDIERON UN PASAJE QUE LUEGO NO VAN A PODER CUMPLIR»
A pesar de la lógica irrefutable de que la modificación es una consecuencia directa del incumplimiento contractual de la propia aerolínea, la respuesta de la empresa se mantuvo en el plano de la «desobligación»:
- Aerolíneas Argentinas: «Te aclaro que la política vigente solo permite cambios sin costo cuando el destino alternativo está en la misma ciudad o área metropolitana, y en este caso Ushuaia es considerado un destino diferente.»
La Falta de Aviso: Un Incumplimiento Contractual
El punto central del reclamo es que la compañía debió haber avisado a cada pasajero con antelación sobre el cierre. Al estar la aerolínea directamente relacionada con Aeropuertos Argentina 2000, se presupone que la información sobre las refacciones críticas de la pista era conocida con tiempo suficiente para gestionar una solución gratuita o, al menos, evitar que el pasajero se entere por otros medios y sea penalizado por la decisión.
En lugar de ofrecer una reubicación sin cargo a Ushuaia (el aeropuerto más cercano y factible), o un voucher que cubra el traslado terrestre entre ambas ciudades, Aerolíneas Argentinas está forzando a sus clientes a convalidar un cambio de destino involuntario con un costo de casi $670.000, una suma que excede el precio original de muchos pasajes.
El pasajero queda con la única alternativa de comunicarse con un Contact Center para una «revisión personalizada,» una gestión que no garantiza una solución y alarga la agonía burocrática. La pregunta que queda flotando es: ¿Quién se hará cargo del costo y la angustia generada por una obra que debió ser prevista y comunicada correctamente?

