Mauricio Macri tanteó la semana que pasó a Diana Mondino para que se sume a una lista del PRO en Córdoba que enfrente a la Libertad Avanza en las legislativas de este año. La ex canciller se fue mal del gobierno, despedida y humillada de manera gratuita por el Presidente.

Si bien el relato público entre Macri y Milei es que tantean la posibilidad de un acuerdo, las señales políticas que envía la Casa Rosada van en la dirección opuesta.

La semana pasada, casi en simultáneo con los gestos que buscó de los libertarios, Macri exploró un acercamiento con la excanciller Diana Mondino. Luego de ser echada por el voto de Argentina en la Asamblea de la ONU condenando al bloqueo de Estados Unidos a Cuba, Mondino eligió tragarse la bronca ya que esa decisión había sido previamente consultada con la Casa Rosada y optó por un blindado perfil bajo.

Con números que aún le hacen un guiño en las encuestas, Mondino se replegó en su trabajo en la empresa familiar, el Banco Roela, y está alejada de la política. Se supone que busca evitar que regresen las tensiones con el entorno del presidente Milei, sobre todo con su hermana Karina.

Pera acaso muy consciente del daño político que le causaría a Milei si logra que la ex canciller vaya este año en una boleta amarilla que confronte con los candidatos de la Libertad Avanza, Macri se apresuró a contactarla. En lo que acaso si se confirma sea un leading case: el PRO como pista de aterrizaje de los libertarios expulsados por los hermanos Milei, una jugada espejo a la búsqueda de Santiago Caputo de capturar de a uno a los dirigentes de Macri.

De hecho, Mondino era mencionada como posible candidata de la Casa Rosada en las elecciones de este año hasta que entró en conflicto con Karina Milei que nunca ocultó su am=bición de controlar la Cancillería.

Si bien con su la salida del oficialismo, los números de adhesión de Mondino mermaron, mantiene un caudal de votos que la vuelven interesante para un armado de centroderecha no libertario.

Macri la sondeó con la idea de hacerla parte de su propio armado, estructura por la que también conversa con el radical Rodrigo de Loredo. Con quien, la semana pasada, volvió a tener conversaciones.

De hecho, el propio Macri estuvo al tanto de la estrategia discursiva que iba a emplear el radical cordobés sobre el final de la semana pasada cuando dijo «tenemos la responsabilidad histórica de evitar la restauración del kirchnerismo». Cerca de De Loredo también reconocieron hace unos días que dentro de la UCR están los que quieren un acuerdo con el PRO y los que buscan lo mismo con los libertarios.

Sin embargo, en Córdoba creen que el jefe de la bancada UCR en Diputados se olvidó de un par de detalles: también están los que empujarán una alianza con Luis Juez pensando en el escenario provincial 2027 y aquellos que pedirán ADN radical de principio a final de la boleta. Sin ningún tipo de acuerdo.

Todas decisiones que deberá tomar el congreso radical en el primer cuatrimestre de este año.

A Macri lo entusiasma un acuerdo con ambos, De Loredo y Mondino, pero es real que hay radicales muy cercanos al cordobés que esperan un gesto a Milei y no al desdibujado líder del PRO. Por lo pronto, De Loredo hace equilibrio entre ambos.

En Córdoba, aquellos que reconocen las estrategias del expresidente para el territorio provincial, también admiten que a Macri lo preocupa el desembarco de Karina en CABA. Por eso, la guerra de afiches en las calles porteñas; y creen incluso que los libertarios tienen allanado el plan de desplazamiento de Karina al Senado como candidata porteña, y el posible arribo de Lule Menem a la secretaría General de la Presidencia. Enroque que ya genera fricciones dentro del oficialismo.