Hay otro Messi. Es el que pocos conocen. Más allá de ser el mejor futbolista del mundo. Y el papá de Thiago y Mateo. En Leo también convive el Messi solidario.
«Elegí creer» es la bandera de la Fundación Messi que preside su papá «para que los niños en todo el mundo puedan seguir creyendo en sus propios sueños». La Fundación es una, pero por razones logísticas tiene dos sedes: una en Barcelona y otra en Rosario. Nació hace 10 años (un tercio de su vida), después de que Leo visitara por primera vez un hospital de niños con cáncer en Barcelona, en febrero de 2007.
Los pilares en los que se se sustenta son tres: salud, educación y deporte. Los países del mundo donde ya actuaron son muchos (además de Argentina y España): Indonesia, Myanmar, Argelia, Túnez, Siria, Jordania, Nepal, Haití, Sierra Leona, Mozambique, Senegal. Allí combatieron enfermedades (malaria, chagas, cáncer) y la desnutrición, construyeron hospitales, escuelas y predios deportivos, asistieron a refugiados y víctimas de catástrofes humanitarias.
Acciones de la Fundación Leo Messi: donaron leche y ropa para celebrar el Día de Reyes en 2016. (fundacionleomessi.org)
Con ayuda de empresas (Barcelona FC, Adidas, Unicef, Grupo Sancor Seguros, Rosental Inversiones, Huawei, Simball, Casa Bianchi o Lumilagro, entre otros «socios partners») y amigos (Luis Suárez, Neymar, Tevez, el Kun Agüero, Julián Weich, Nicolás Vázquez o el cura Juan Gabriel Arias), les dieron una esperanza a chicos como Soufian Bouyinza Dabbou afectado por el síndrome de Laurín Sandrow que su aparato locomotor. O a Murtaza Ahmadi, el ñino afgano que conoció al ídolo después de trascender una foto vistiendo una camiseta argentina de nylon con el 10 y el Messi en la espalda. O a Facundo, el rosarino a quien Gino Tubaro le realizó una prótesis 3D para reemplazar su malformada manito izquierda…
Con el padre Arias (fanático hincha de Racing amigo del Papa Francisco) se hizo una campaña en Mozambique para que 15 mil chicos puedan comer e ir a la escuela.
¿Quiénes integran la Fundación? Un círculo minúsculo de personas que trabajan en España, Rosario y Buenos Aires, donde están a cargo de Martín Giusepponi, el Coordinador General. Todos, claro, bajo la atenta supervisión y dirección del presidente Jorge Messi.
Los «miles y miles de pedidos mensuales» llegan a través de las redes sociales (algunos insólitos piden televisores más grandes para verlo a Leo o Play Station nueva «para jugar como Messi» o una casa en Disney, que obviamente se descartan).
Como Embajador de Unicef el crack de Barcelona representa a la entidad en acciones que le designa en distintas partes del mundo. Son esos viajes que realiza interrumpiendo vacaciones para asistir a sitios donde sucedieron catástrofes.
Lionel Messi junto a algunos niños durante la inauguración de un parque infantil de su Fundación ubicado frente al Hospital Universitario Valle de Hebrón en Barcelona.
Junto a Unicef, la Fundación está construyendo actualmente 20 aulas prefabricadas en Tartus y en zonas rurales devastadas de Damasco (Siria), con capacidad para albergar 1.600 alumnos. «Un día de guerra es demasiado. Y los chicos de Siria llevan seis años sometidos a la violencia y crueldad de un conflicto que los tiene como rehenes. Como padre y embajador de Unicef tengo el corazón destrozado», declaró Messi.
«Otra acción muy grande que la Fundación hizo en Rosario fue la construcción de la Sala Uno del Hospital de Niños J. Vilela, donde se invirtió más de un millón y medio de dólares que le cambió la vida a muchísimos chicos y a sus familias por el nivel y la atención», le contó Giusepponi a Clarín. No fue lo único.
«En el Norte de Argentina se están construyendo escuelas en lugares donde no había nada». Leo donó 4,3 millones de pesos para la construcción de un Polideportivo en Lanús. Y otros 20 millones de pesos para la realización de comedores y canchas deportivas en Villa Soldati, Lugano y Ciudad Oculta. También equipó una escuelita para 90 chicos en la Villa 31. Y otorgó becas para capacitación de médicos del Hospital Garrahan.
Messi jugando un partido de metegol con Adriá, en un acto de la Fundación Ànima, dedicada a la atención de los niños con enfermedades crónicas y terminales. EFE/Andreu Dalmau.
¿Qué se le regala a alguien que tiene todo en su casamiento? No hay listas ni casas especiales. Leo pidió a sus invitados una donación, aunque no para su Fundación sino para Techo, una organización social presente en más de 100 asentamientos y que tiene como objetivo ayudar a más de 3 millones de personas que viven en situación de pobreza. «La idea surgió de él. Tiene en su cabeza permanentemente el verbo ayudar. Y más cuando se trata de chicos», confió Giusepponi.
El Messi solidario también dice presente en la Selección. Lionel se hizo cargo de pagarle el sueldo a auxiliares y administrativos cuando la AFA era un desquicio. Y organiza sorteos, con la colaboración del resto de sus compañeros, para los trabajadores que menos ganan en el predio de Ezeiza.
Leo Messi, embajador de Buena Voluntad de Unicef, en un encuentro con 63 niños de once colegios de Barcelona. AP.
Hasta, inconscientemente, beneficia al resto de los futbolistas porque cuando Messi juega, la Selección cobra más. Cuando dijo que renunciaba, en la AFA se agarraron la cabeza: se caían contratos ya firmados y se perdían entre 500 y 600 millones de pesos en dos años…